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Tormenta: Nadie Llamó a los Espíritus Errantes
Ame Especial-Portada
(嵐:誰も霊を徘徊呼びません, Arashi: Dare mo rei o haikai yobimasen)
Información
Anterior Al Otro Lado del Río
Número Especial # 5
Siguiente El Inicio, Su final, Mi Comienzo
Personajes
Ame Senkō
Naoko Uzumaki
Shinku Uzumaki
Anyara
Nao Senju
Zack Uzumaki

-Ah… ahh… ¡¡achoo!!- su rostro se agitó por la fuerza del estornudo y sorbió su nariz sin ningún cuidado.

-Quédate en cama y permanece tranquila hoy ¿entendido?- dijo Shinku metiéndole un termómetro en la boca lanzándole una “sutil” mirada de regaño.

-Si señora señora, cambio y fuera señora- respondió Ame con una notoria voz nasal como si fuera un militar y encogiéndose en las mantas calientes.

Shinku suspiró ante el ya acostumbrado sentido del humor de la “dulce” Ame .

-Nao -baka también estaba jugando en la lluvia ayer ¿por qué solo me he resfriado yo?

-Porque soy inmune al frio ja ja- se burló el susodicho desde el corredor- ¡Volvemos en unos días!- se despidió antes de continuar su camino junto a Seishin y partir de misión.

-Que oportuno es…- murmuró casi con sorpresa Shinku antes la sincronización de ambos chicos para molestarse mutuamente.

-Maldito Nao, no deja pasar ninguna para arruinarme el día… que de por sí ya va bastante mal…-hizo una rabieta con su caprichoso tono nasal.

Shinku volvió a suspirar con algo de cansancio y mirándola con paciencia y una pequeña sonrisa hizo ademán de decir algo, sin embargo la puerta se abrió de golpe, sobresaltando a ambas mujeres.

-Shinku debemos partir a Konoha ahora mismo, Hokage-sama ha enviado un mensaje urgente.

Shinku intuyendo de qué podría tratarse, compuso un rostro muy serio.

-Partiremos ahora mismo- aseguró aZack , quien se retiró enseguida para preparar lo necesario.

-Toma las medicinas a la hora que te he indicado, no te atrases, ni lo olvides- advirtió- trataremos de volver pronto.

-Sí, ya sé… puedo cuidarme sola Shinku-nee, no seas sobreprotectora, lleguen a Konoha lo más rápido que puedan- la miró con seriedad asomando apenas sus ojos de entre las mantas.

-Desagradecida…-Shinku sonrió de lado pegándole un amistosa patadita en un costado a Ame que se encontraba muy acurrucada ya.

- Shinku el barco está listo- avisó Zack desde el corredor.

- Naoko está dormida, Yashamaru está en una misión y no estará en casa hoy, no te descuides, si llora ya sabes que hacer- dio las ultimas indicaciones antes de retirarse a toda prisa.

-¡Sii! ¡Tengan cuidado, la lluvia es muy fuerte!- exclamó Ame con voz adormilada y opaca por las mantas sobre su cuerpo- otra vez de niñera…- aunque sonara a queja, le encantaba cuidar de su pequeña sobrina.

En algún momento se quedó dormida con una suave sonrisa pintada en el rostro sonrojado por el molesto resfriado.

El llanto de una menor se escuchó estruendoso por toda la casa sin que la joven de cabellos azules perturbara su sueño.

Las horas fueron pasando oscureciendo lentamente el ambiente del hogar.

Nuevamente el llanto de una pequeña criatura sonó estruendoso por toda la casa, esta vez provocando leves movimientos bajo las mantas que cesaron casi al instante al igual que los alaridos.

-Devuel…ve…sake…cogh… suel…ta… - se removió murmurando dormida- suelta… no te lo lleves… no… ¡¡NO!!- se despertó de golpe gritando aterrada- mi sake…

Miró a su alrededor confundida y metió la mano bajo la cama, ubicó su mano en su pecho suspirando aliviada y sacando una botella del tradicional licor de su escondite secreto, la abrazó casi con adoración y volvió a guardarla… ha sido un sueño…

-Que bien, Naoko -chan no ha llorado- sonrió ampliamente levantándose de la cama revelando un camisón estampado de pequeños conejos y una mota de cabellos azules más revueltos de lo natural.

Una vez asegurado el bienestar de su pequeña sobrina se dirigió a la cocina saltando los escalones de dos en dos de manera infantil, mientras reía, estaba sola no tenía por qué reprimir sus instintos…

Sonrió de forma traviesa, entrando a la cocina de manera sospechosa.

-¿Dónde están?... galletitas…- buscaba con ahínco el tan deseado bote con galletas de chocolate que Shinku había escondido como castigo por romper un valioso juego de platos hace unos días.

Se sentó en el suelo encogiéndose en un ovillo mientras derramaba dos cascadas de lágrimas ante el no éxito de su búsqueda.

Como si de una iluminación divina se tratase fijó sus oscuros ojos en una pequeña nota pegada sobre el refrigerador.

“Me he llevado las galletas, no te molestes en buscar ya te conozco, con cariño Shinku”

Soltó un grito de exasperación troceando en miles de pedacitos el pequeño papel.

Abrió el refrigerador y del interior de un empaque que dictaba “Jugo de manzana” extrajo un pequeño paquete que contenía un pastelillo.

-No puedes adelantarte a todo Shinku-nee… -sonrió satisfecha de su estrategia y se dirigió nuevamente al piso superior degustando su pastelillo relleno del tan amado chocolate.

El sonido de un trueno sacudió toda la casa, sobresaltando a Ame que se aferró a lo primero que tenía cerca ante la impresión.

-Qué fuerte…- murmuró.

Al parecer no fue la única sobresaltada, pues la pequeña primogénita de la Uzukage había estallado en llanto.

Llegó rápidamente a la habitación y con suavidad tomó a la pequeña rubia en brazos, separándola de su cuna y meciéndola en sus brazos con cariño, esto pareció calmar enseguida a la bebé, que miraba fijamente a la mayor con sus grandes y curiosos ojos celestes.

-Eh…- apretó con cuidado la nariz de la pequeñita y ella sonrió divertida en respuesta, tiernamente bostezó y entrecerró sus ojos nuevamente somnolienta- Duermes más que yo y ni siquiera llevas mis genes, estoy orgullosa de ti duende chillón, aprendes rápido- la felicitó emocionada acariciando la suave mota de cabellos rubios, recostándola nuevamente en la cuna.

Dando ligeros brinquillos al caminar llegó a su habitación, ya aceptando que no dormiría más esa noche y que tendría la casa para ella sola… oh y Naoko- se recordó en su interior-pensó en ver algún montón de películas y jugar algunos juegos - ¿Qué edad tienes Ame?- se preguntó internamente.

-¡Para la diversión no hay edad!- exclamó al aire elevando un puño con determinación para enfatizar su victoria sobre una batalla no existente.

Para liberarse de algunas responsabilidades en la mañana, hizo una limpieza a la habitación, una vez comprobado que sus sábanas celestes no tenían ninguna arruga encima, tomó su mantita favorita y se dispuso a cumplir su itinerario noctámbulo.

De pronto con la mano sobre el pomo de la puerta un fuerte trueno sacudió toda la casa nuevamente y un rayo partió el cielo iluminando toda la habitación y al mismo tiempo produciendo un abrupto apagón.

-¡Genial!- bufó la heredera del Koton haciendo un puchero- Adiós planes nocturnos…

Se lanzó de espaldas al suelo, mirando al techo con frustración e inflando las mejillas con molestia, todo estaba silencioso… y tenebroso… no podría ver nada de no ser por la luz natural de la luna filtrándose por la ventana.

Segundos… minutos… la energía no volvía…

-¡¡Argh!! ¡¿Por qué n…?!

El sonido de un objeto cayéndose en la planta de abajo la sorprendió cortando en seco su intento de expresar su frustración.

-¡Chicos! ¡¿Han vuelto?!- medio gritó cuestionando, sin recibir respuesta.

Entonces su mente traicionera  le hizo recordar una vieja historia de fantasmas que Zack les había contado una noche mientras acampaban.

Temerosa entreabrió la puerta aferrando sus manos a la misma y asomando a penas sus ojos por la pequeña apertura.

Y lo vio.

Algo blanco y brillante cruzó fugazmente el corredor.

-¡¡Ahhh!!- Gritó horrorizada, temblando como una niña pequeña rápidamente hizo lo único que se le ocurrió en ese momento, se sentó en el suelo recogiendo sus rodillas, abrazándose a sí misma y cubriendo completamente su cuerpo con la manta morada que traía.

Bueno… ahora era un ovillo “azul y morado” tembloroso en el suelo.

-No es nada, solo fue tu imaginación Ame… fue un rayo… si eso… un rayo…-se consoló susurrando, sin dejar de temblar.

El viento y la lluvia incrementaron su fuerza, provocando que las gotas golpetearan el cristal de la ventana, produciendo un sonido que en otras circunstancias sería muy relajante, ahora mismo solo podía pensar en clichés de películas de terror.

Pasos comenzaron a escucharse en el corredor, muy cerca, tensando aún más su ambiente.

Estando aun en forma de ovillo en el suelo logró ver como la luz de la cosa blanca brillante pasaba frente a su puerta lentamente.

-Ame…- se escuchó una voz femenina distorsionada por el sonido externo de la lluvia.

-¡¡Viene por mí!!-pensó alarmada.

Suspirando profundamente se levantó y de pronto su mente se iluminó, al igual que sus manos.

Se golpeó a sí misma en la frente por su ingenuidad, nadie escapaba de su espada, vivos y… ¿muertos?

Tomó a Hakuryu y salió completamente determinada a luchar contra “el fantasma” el keitakugan pintó sus ojos oscuros tornándolos azules brillantes.

-Ahora si… ¡¡Ven a por mí fantasma estúpido!! – exclamó echando abajo la puerta de una patada.

-¿Ame?- una joven de piel pálida y rasgos felinos le envió una mirada confundida desde el final del corredor.

Anyara transformada en Gata

Anyara transformada en una pequeña "gata".

-¿Anyara -chan?- volteó su rostro con confusión, examinando a la ¿mujer?, entonces su keitakugan desapareció y dejó su espada en el suelo- ¿Y el fantasma?

-¿Nya? ¿Fantasma?- preguntó, entonces abrió los ojos como platos- ¡¡FANTASMA!!- gritó horrorizada llevándose las manos a la cabeza.

-¡¡FANTASMA!!-gritó Ame de vuelta, dejándose llevar nuevamente por el pánico.

-¿Dónde? ¿Dónde está-nya?- La “chica gato” se atemorizó también mirando a todas partes con desesperación.

-¡¡No!! ¡¡No Anyara no!!- Ame se tomó los cabellos alborotándolos aún más con frustración- ¡¡Tú!!- la señaló acusadora- ¡¡Tú eres el fantasma!!- exclamó acusadoramente, mirándola con rencor.

Anyara forma humana

Anyara en su forma humana.

-Pero yo estoy viva ¡nya! Ame… los fantasmas están muertos-nya…-esta vez fue la chica de cabellos platinados quien miró a Ame con confusión volteando la cara ligeramente.

-Si verás… es qué… algo se cayó abajo y yo… yo pensé… olvídalo creo que mis fluidos nasales están invadiendo mi cerebro- suspiró, con el koton aun brillando en sus manos descendió hasta el piso inferior, dirigiéndose a la cocina.

Ahí estaba, una ventanilla abierta y una taza rota en el suelo, no le tomó mucho tiempo atar cabos y Anyara se lo confirmó, saltando al mesón en su forma “compacta”.

-Tiré eso por accidente cuando entré-nya, Shinku-sama me dijo: “Anyara, ve a ver que la casa siga en pie y completa” y aquí estoy-nya- explicó como quien no quiere la cosa y lamió una de sus patas con delicadeza.

Ame bufó con frustración, decepcionada de su sugestionada cabeza, la energía regresó encendiendo de golpe todas las luces.

-Anyara- chan ¿te apetece una película? – preguntó comenzando a subir las escaleras.

-¡Nya! Que no sea una de terror por favor…- saltó al hombro de Ame.

-Tranquila, ya tuve suficiente terror esta noche- aseguró sacándole la lengua.

Anyara regresó a su forma humana y juntas levantaron la puerta de la habitación, “poniéndola” en su lugar y cerrándola tras de sí.

-Si… creo que ya tuve suficiente terror para toda mi vida- rio reafirmando y la chica gato la secundó sin entender muy bien a qué se refería.

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