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Oscura Traición
Oura Katsura-oficial
(暗い裏切り, Kurai Uragiri)
Información
Anterior Contrarreloj
Número Capítulo #37
Siguiente Infiltración
Saga La Danza del Agua (Saga)
Personajes
Oura Katsura
Jutsus
Jutsu:Reemplazo de Cuerpo
Objetos
Samehada
Sello de Jade

Oscura Traición (Kurai Uragiri, 暗い裏切り) es el capítulo # 37 de las Crónicas de la organización Mikazuki.


.-A veces el enemigo está más cerca de lo que esperas, viejo- diciendo esto desenvainó una pequeña katana de su espalda y se lanzó directo al cuello de Makoto.

El anciano se sorprendió por la inhumana velocidad de “Ren” y antes de ser fríamente degollado observó cómo marcas negras con forma de espinas recorrían al shinobi desde la parte posterior de su cuello hasta enredarse en sus manos.

• • •

Sobre una gran roca se podía apreciar la figura de Kurai sentada con los ojos cerrados y la cabeza echada hacia atrás de forma relajada, a su lado la proyección de la silueta oscurecida de un hombre medianamente alto le acompañaba en su ensoñación. Sin despegar sus párpados pronunció unas palabras hacia su acompañante

.-En el juego de la vida todo tiene un precio- hizo una seña con su dedo índice imitando un número “1”- Los humanos…- pareció escoger sus palabras- Los humanos son naturalmente egoístas, arrogantes, codiciosos… Buscan la perfección desconociéndola y por eso son mis juguetes favoritos.

.-Es usted una mujer sorprendente mi señora…- alabó. La mujer rió de manera sarcástica y pausada, abrió sus ojos y frete a ella apareció la bola de cristal mostrándole otra proyección donde podía verse el cuerpo inconsciente de Zack sobre el charco de sangre que formaba su pierna herida.

.-Solo fíjate en esto…- indicó a su acompañante- Basta con una sola pregunta. La bola de cristal cambió su proyección mostrando esta vez a Ame Senko ocultándose en el bosque, miró fijamente a la joven de cabellos azules sin borrar su perversa sonrisa y cuestionó.

.-Y esa es… ¿Qué tanto estarías dispuesto a sacrificar por un poco de poder? En la bola esta vez apareció el cuerpo semi-incinerado de Mirai en un lugar oscuro con el sello aun consumiendo su cuerpo.

• • •

Sigilosa…

Con la agilidad y el silencio de un gato saltaba entre las ramas y se deslizaba entre los troncos para no ser descubierta, pero desde hacía un rato que venía sintiendo una pequeña espina en su cuello.

Siempre había sido sensible a las miradas y está en especial la hacía sentir bastante incómoda por eso quizás estaba dando tantas vueltas intentando perderla pero cada vez la sentía más cerca.

Una mirada intensa sobre ella.

Se detuvo en un pequeño claro donde terminaban los árboles y comenzaban a alzarse algunas rocas, muy cerca se escuchaba el correr del río…

Sin disimulo alguno y sin necesidad de llamarla de entre los arboles apareció su acechadora, una mujer ligeramente más alta que ella, voluptuosa que quizá le sacaba unos 5 o 6 años, de expresión fría y portando en su espalda una espada que superaba su propia estatura.

Ame terminó de analizarla, la mujer se plantó frente a ella sin mencionar palabra alguna.

.-…

.-…

En completo silencio, Ame la miró con extrañeza, ella sin expresión.

.-¿Por qué has estado siguiéndome?- se animó a preguntar la menor. La mujer se encogió de hombros.

.-Son “ordenes” pero no me apetece hacer lo que me ordene ese imbécil- sacó del obi de su yukata una pequeña caja que contenía cigarrillos y se llevó uno a los labios encendiéndolo sin variar su inexpresión. Ame elevó una ceja en respuesta a la acción de su “oponente”

.-Entonces… Eres un enemigo- Ame afiló su mirada mirando hacia su derecha y su izquierda previendo una posible emboscada.

.-Tranquila, soy la única que te ha seguido nadie más vendrá, además nadie se acercará sabiendo que estoy aquí- levantó la mirada y observó a Ame- tu pelo es muy bonito…

.-¿Pero qué demonios le pasa a esta mujer?-pensó la joven Senko retrocediendo un paso- ¿es que no pensaba atacarla? Bueno… entonces tendría que atacarla ella, después de todo “al mal tiempo darle prisa”.

.-Tengo órdenes de deshacerme de ti- declaró y le dio una calada al cigarrillo.

La tranquilidad de la mujer comenzaba a preocupar a Ame ya que no podía leer en absoluto sus intenciones, pero ella parecía percatarse de cada una de sus emociones.

.-¡La lectora de mentes! ¿Había sido ella?- se preguntó internamente Ame.

.-Eres tan fácil de leer…- dio un salto al aire a una increíble velocidad.


Ame se estremeció.

.-¿Qu-…

Pequeñas piedras comenzaron a llover sobre su cuerpo y entonces se dio cuenta.

.-¡Maldición!- Ame saltó, alejándose lo máximo que pudo de esa bestia con forma de mujer.

Había destrozado una piedra del tamaño de un cerro a puño limpio, ni siquiera estaba amplificando su fuerza con chakra.

.-¿Ves? Si quisiera lastimarte, ahora mismo no estarías viva como para pensar en lo que sea que hayas estado pensando ¿no crees?- habló la mujer- en el campo de batalla cada segundo cuenta. Misteriosa.

.-Dime… Ame… ¿Por qué estás haciendo esto?

¿Cómo sabía su nombre?

.-Porque no tengo miedo de luchar por lo que creo…- le miró directamente y con seriedad, esta vez sin distracciones. Peligrosa.

.-Solo eres una niña ¿qué sabes tú de luchar?- dijo con indiferencia.

.-Lo suficiente para saber qué es lo que quiero hacer hasta el final de mis días.

Ninguna de las dos se movió un solo milímetro.

El aire corrió con fuerza.

.-Puedo verte claramente- dijo, irónicamente, sin dirigirle la mirada- eres como el agua transparente… Y como el agua te escurres entre las manos de quien te daña- caminó unos pasos hasta detenerse frente a ella y le frotó la mejilla con suavidad- corres, te alejas, huyes y no miras atrás.

Ame la miró fijamente a los ojos azules como el cielo que no demostraban ninguna emoción tan diferentes a los suyos, tan oscuros… Tan conmocionados.

.-Te pareces a alguien que conocí hace mucho tiempo…- retiró su mano y acomodó a Samehada a su espalda- Mi nombres Ōra… Ōra Katsura, no lo olvides.

Ame trastabilló unos pasos hacia atrás con precaución y observando a su alrededor los trozos de lo que antes fue la enorme roca.

.-Ya te dije que no te atacaré, solo estoy acomodándola. Esta espada pesa mucho, aunque a mí no me representa gran problema ¿sabes?

.-Aterradora…- pensó- pero increíble…

Sonrió de lado saliendo de su conmoción y rio mirando a su alrededor ¿era realmente ella un enemigo?

.-Solo vete… - dijo la mujer dando media vuelta y comenzando a caminar en dirección contraria.

.-¡¡Oye!! ¡¡Ōra!!- llamó su atención y ella volteó- ¡Me debes una batalla!

Oura le echó una última mirada a Ame y en su rostro se dibujó una casi imperceptible sonrisa.

.-Como digas… Nos volveremos a encontrar,Ame Senko- pensó. Y en completo silencio se marchó dejando a Ame continuar su camino.

• • •

Un dolor agudo se instaló en el cuello de “Ren” justo donde se encontraba la marca de las espinas “No debes activar el sello a menos que sea absolutamente necesario o perderás más de lo que aspiras ganar” una punzada y seguida de esta otra más.

Llevó su mano hacia el sello en un vano intento de calmar el ardor insoportable que le estaba provocando, lo estaba consumiendo.

.-Vaya vaya… Parece que la araña se enredó con su propia tela…- Frente al jadeante “Ren” se rematerializó Makoto. Ren observó a su lado un simple tronco, había caído en un truco tan básico…

Makoto tomó a “Ren” del cabello sin piedad alguna y lo arrinconó contra el tallo de un gran árbol cercano, colocándole al Sello de Jade en el cuello para mantenerlo a raya.

.-¿Quién eres?- cuestionó amenazante el anciano.

Con dolor pero sin pizca alguna de nerviosismo el hombre respondió.

.-Hayato Uchiha ,recuérdalo bien, porque son tus últimos segundos de vida- exclamó antes de activar su Sharingan.

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