Wiki Mikazuki
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Llegando al País del Remolino
Mirada seria de Ame
(渦の国に到着, Uzu no kuni ni tōchaku)
Información
Anterior El Herrero de Hielo
Número Capítulo # 6
Siguiente ¡Un nuevo Obstáculo!
Saga ¡Remolinos de Sangre!
Personajes
Shinku Uzumaki
Zack Uzumaki
Megumi Uzumaki
Jutsus
Elemento Cristal: Danza Salvaje de Shurikens
Elemento Tierra: Bomba Dragón de Lodo
Elemento Cristal: Cruce de los Dioses
Objetos
Pergaminos
Halcones

Llegando al Páis del Remolino (渦の国に到着, Uzu no kuni ni tōchaku) es el capítulo # 6 de las Crónicas de la organización Mikazuki.




Eran alrededor de las cinco de la mañana. Unos tacones resonaron en la gran oficina, y la dueña de estos se recostó sobre el marco de la ventana del edificio del Kage dejándose bañar por la luz y la frescura de la mañana.

La mujer recargó su cabeza en el marco de la ventana, soltando un gran suspiro... al parecer el día de hoy tendría buen clima y sería tranquilo, calmado... aburrido. Hizo una mueca… quizás ser Kage era algo rutinario y a veces aburrido, pero era su sueño hecho realidad. Sonrió al ver la paz que se respiraba en su aldea: Uzushiogakure.

.- ¿Uzukage-sama? - pregunto una voz varonil de forma relajada tocando la puerta de su oficina. La mujer volteó con desdén y camino hacia su escritorio dándole la espalda a tan bella vista.

.– Adelante... - dijo suavemente cruzando las piernas y organizando varios papeles sobre su mesa.

La puerta se abrió y entró un joven de cabellos y ojos oscuros, puso una rodilla en el piso haciendo una pequeña reverencia

.– Ohayou, Shinku-sama - dijo risueño subiendo la mirada y dedicándole una ladina sonrisa a la mujer. Ella lo miró de reojo, se cruzó de brazos y levantó una ceja al mismo tiempo que veía al joven acercarse al borde del escritorio

.- Para que me llames "Uzukage-sama" o "Shinku-sama" , nada bueno has de traer en mente - la mujer parecía disgustada - ¿Que deseas esta vez, Zack? - le pregunto ella recostándose en el sillón y sonriéndole de manera burlona al joven, que también le devolvió la sonrisa.

Shinku, edificio del Kage

Vista de Uzushiogakure

.- No es nada malo, ni tonto, esta vez. - le aseguró el pelinegro - Quería echar una ojeada a las afueras de la aldea, solo para dar un paseo y respirar aire fresco. - le dijo de manera tranquila y aún sonriendo.

La sonrisa de la mujer desapreció por completo, era raro que él quisiera "salir a dar una ojeada", sabía que había varios ANBUs y otros Shinobis, que estarían atentos a la entrada de algún intruso. Se acomodó de nuevo en el sillón, cruzando los brazos sobre el escritorio y llevando su cuerpo algo adelante poniendo una expresión seria.

.- ¿Pasa algo Zack?

• • •

Saltaba entre las ramas de los arboles rápidamente, no sentía con tanta fuerza los rayos del sol sobre su rostro, ya que la máscara de ANBU la protegía. Se detuvo en un árbol, muy cerca de la frontera del País del Remolino, que estaba a varios kilómetros de las puertas de Uzushio y tomó un respiro.

Ya faltaba poco para que su turno terminara, sonrió satisfecha. Pensaba que hoy sería un día calmado hasta que vio algo extraño: dos sombras se acercaban y llegaban de las aguas que limitaban la frontera. Entrecerró los ojos ¿Acaso veía bien o la falta de sueño ya la estaba haciendo alucinar? , se acercó aún más para asegurarse y pudo ver más de cerca los rostros de esas sombras: un hombre y una mujer, además de ponerle más atención a sus vestimentas.

.- .. Mikazuki - pensó con seriedad observando a los dos jóvenes que comenzaban a acercarse a los árboles. - Esto es malo… - pensó aún sorprendida y haciendo un sellado de manos rápido. - ¡Kuchiyose no Jutsu! - coloco su mano en el la base de la rama donde estaba y un ave no muy grande apareció tras el humo. Escribiendo una nota rápida, la amarró a la pata del animal y lo mandó a volar .- Si estos idiotas están aquí, es mejor que los refuerzos lleguen rápido. – vio a los jóvenes andar de manera apresurada por las ramas de los árboles, se acomodó la máscara y emprendió camino para seguirlos.

.- Estoy tan cansada... - se quejó la muchacha aun andado entre los árboles.

.- Tú eres la que quiso continuar, te dije que descansemos en una posada - la regañó disgustado el chico mientras su compañera le seguía el paso. Su perseguidora estaba atenta.

.- Debemos llegar y salir de Uzushio hoy mismo - dijo la chica con seguridad, alertando más a la ANBU.

.- Si tú lo dices - dijo el muchacho y rápidamente bajaron a tierra, ya se estaba acabando el sendero de árboles y casi llegaban a las puertas de la aldea. La ANBU aún desde los árboles, observaba y analizaba con más claridad a los intrusos. "Capas blancas…", entre viejos y malos recuerdos, además de la furia a flor de piel, la joven bajo de los árboles haciéndoles frente a los que llevaban esa singular capa.

.- ¡Hey, ustedes dos! - se puso en guardia - ¿¡A dónde creen que van!? - exclamó su voz femenina frente a ellos.

Los dos jóvenes miraron a la joven ANBU con ojos de sorpresa, y la chica de capa con desazón volteó la cabeza disgustada

.- Kuso... Sabía que debíamos avanzar más... - reprochó la de cabellos Azules acomodándose la capa blanca y volviendo a ver a la Anbu - Apártate, necesitamos pasar - le dijo con voz cortante, a lo cual la enmascarada rió de manera burlona.

.- No quiero pelear, pero parece que será necesario - comentó el joven de cabellos en punta, pensando un momento y empujando a su compañera un poco - Es toda tuya, Luciérnaga jajaja - dijo sonriendo ladinamente

.- ¡¿Pero qué te pasa?! - le gritó la joven volteándose a ver le - ¡Ayúdame! - y el muchacho se rió aún más.


.- Te ayudaré si veo que tienes dificultades, ahora esta es tu presa - comentó aún sonriendo el joven y la chica bufó molesta.

- Bien, será cuestión de unos minutos. - refunfuñó la muchacha dando unos pasos al frente también poniéndose en guardia. - Lo lamento, necesito pasar - se disculpó con expresión seria.

La joven ANBU, acomodó su máscara e hizo un nuevo sello de Manos – Adelante... - pidió con seguridad.

Mirada seria de Ame

La mirada seria de Ame

.-Kōton: Ame no Hoshi - gritó la de capa blanca lanzando filosas, rápidas y letales shurikens echas y bañadas en chakra de luz que salieron disparadas en dirección a la enmascarada.

.- ¡Shōton: Shuriken Ranbu! - gritó la Anbu condensando las partículas de cristal y lanzándolas a las demás shurikens que chocaron causando un estallido de luz y levantando algo de polvo. Una shuriken de luz rozó la máscara de la Anbu y una lámina de cristal rozó la mejilla de la peliazul - Nada mal.. - susurraba la Anbu - me divertiré un rato - Dijo haciendo sellos de manos de nuevo.

.- Ya veremos - decía la joven acomodando su capa y también haciendo sellos de manos - ¡Doton: Doryūdan!

.- ¡Shōton: Omiwatari no Jutsu!

Y una nueva nube de polvo se levantaba en el campo de batalla.

• • •

.- Con que es eso... - decía la Kage mientras terminaba de escuchar la explicación del joven - Aun así, no creo que necesites ir. - decía con seriedad la mujer aún recostada sobre el escritorio - Megumi está patrullando a las afueras, si algo inusual sucede, nos avisaría de inmediato.

.- ¿Cómo puedes estar tan segura? ¿Qué tal si le ocurre algo? - decía el joven con cierto tono de burla y terquedad - No me sorprendería que la hermana de la Kage se dejara llevar por la adrenalina de una buena pelea, aunque no tenga ni las mas mínimas probabilidades de ganar – el joven carcajeó y la mujer sonrió vencida, sabía que no podía rebatir contra eso.

.- Pero es ANBU, sabe lo necesario. - y se levantó del asiento - Esta advertida, sabe que tendría que mandar un mensaje cuando vea irregularidades o cuando necesite refuerzos..

.- ¿Cómo ese? - dijo el joven señalando la ventana y la Kage se volteó rápidamente viendo a una rápida ave posada en la ventana - Esto no es bueno... - susurró el muchacho viendo como la mujer tomaba el mensaje que traía el ave atada a la pata, leyendo mientras la furia se veía en su expresión y arrugaba  el papel con fuerza - ¿Shinku? ¿Qué ocurre? - decía algo preocupado el pelinegro cuando la Kage cruzó la habitación a paso fuerte. Zack la siguió y saliendo por un balcón cercano comenzaron a saltar sobre los tejados, el joven le seguía confundido - ¿A dónde vas?

.- A destrozar a Mikazuki... - y apretó el puño con más fuerza.

Referencias[]

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